jueves, 26 de agosto de 2010

Benihana: el McDonalds del sushi

El viernes pasado fui a comer a Benihana, un “restaurant” del shopping portaño Alto Palermo que sirve comida japonesa (y no sé si ponerle las comillas a comida o a japonesa…)

Cuando llegamos hicimos cola para que nos atendieran en el mostrador donde nos tuvieron esperando un rato porque “la chica que acomoda estaba ocupada”.  Después de unos minutos nos dieron el menú y nos acomodaron en nuestra mesa. El lugar no estaba mal decorado, pero era ruidoso como si estuviéramos en el patio de comidas del shopping. Eso, y el volumen de la música, no te dejaban hablar en un tono normal. Creo que en un momento desistí de intentar mantener una conversación tranquila.

Lo siguiente fue abrir el menú y ver los precios. Si me hubieran dicho arriba las manos en la entrada hubiese sido más fácil y rápido. El “Sushi combo” (16 piezas) salía $61. Con mi novio nos resignamos (después de dudar si nos levantábamos y nos íbamos) y decidimos quedarnos y pedir. Grave error.

Pedimos una entrada de Shrimp Tempura (Tempura de langostinos $36) y de plato principal Sushi (10 piezas de New York Roll $35 y 10 piezas de Katana Roll $39). La entrada consistía en 4 piezas de langostinos y 6 de vegetales, es decir, una estafa. Pero peor aún, era cualquier cosa menos tempura: parecían rabas de langostino que chorreaba aceite y se desarmaba todo. Un asquete.

Una vez que terminamos, nos quedamos esperando el Sushi que tardó más de media hora, con lo que sumado al tiempo que tardamos en comer la entrada fue una hora aproximadamente y lo peor (sí, siempre empeoraba) es que cuando le dijimos al mozo, nos contestó de mala manera que esto “no era que se sacaba armado de un cajón”, sino que “se hacía en el momento con todo fresco”. Bueno, el producto final contradecía estas dos enunciaciones.

Para empezar, el arroz estaba mal hecho: mal condimentado y sin la textura característica que tiene el sushi. El sésamo era tostado, por lo que tapaba el gusto de todo el resto y los ingredientes estaban desproporcionados, lo que hacía que se taparan los sabores entre sí. El “New York Roll” tenía salmón, palta y pepino y el “Katana Roll” tenía langostinos empanizados, queso Philadelphia y fideos de arroz crocantes, cubierto con salmón rosado, láminas de lima y salsa teriyaki. La verdad es que después de comer me quedó gusto a milanesa en la boca ¡todo un logro para cualquier sushiman!

Por el ambiente y la calidad de la comida me sentí en un McDonalds, lo único que me bajó a la realidad fue el precio, muy superior a su competencia. Mi conclusión es que si no quieren tirar plata a la basura no vayan, fue una experiencia para olvidar… o para recordar y prevenir a otros. Al salir me sentí tan mal que de ahí me fui a un café y me comí un Lemon Pie para reparar mis papilas gustativas y poder volver con una sonrisa en la cara después de la estafa que Benihana ofrece a sus clientes.

martes, 24 de agosto de 2010

La camiseta de Fibertel

Hace bastante que no veo a nadie defender una empresa de internet tan férreamente como ocurrió estos últimos días con Fibertel. Si yo hubiera sabido antes que esta empresa era tan  rápida, barata, no se cortaba nunca, tenía una atención excelente y demás características que ahora algunos usuarios le atribuyen, no hubiera dudado en cambiarme. Si todas las demás empresas son una porquería y la única buena que existía (y por unos meses más existe) era Fibertel, todos los que tenemos las otras somos simplemente masoquistas o nos gusta tirar la plata a la basura.

Igual la calidad del servicio queda en un papel secundario en este caso, porque nadie debería querer ser parte de una empresa que no esté en regla, sin importar qué tan bueno sea lo que ofrece. A mí particularmente me molesta un poco ya la pelea Gobierno-Clarín y creo que al oficialismo no le hace nada bien esta campaña.

Me parece hasta divertido que ahora todos los miembros opositores del Gobierno tengan Fibertel. El otro día escuché a Pino Solanas decir que él tiene un montón de contactos internacionales con su casilla de correo de este proveedor y que esta medida lo perjudicaba. Empezando por él y siguiendo por todos los que se están quejando por tener  folletería con un mail @fibertel, ¿no es poco serio que una empresa tenga una casilla de correo con el nombre de un proveedor de internet? Y más grave aún: ¿No es publicidad para Fibertel? Si sacar un dominio es fácil y gratis, ¿por qué una empresa tiene todos sus contactos ligados a otra empresa? Y una de internet, ni siquiera un servidor como Hotmail o gmail que de última es mucho más sólido. Recuerdo que mi mamá hace unos años tenía uolsinectis y usaba su casilla de correo con ese nombre. Cuando se prendió fuego y de un momento a otro los usuarios se quedaron sin servicio, no escuché tanto revuelo como ahora con los perjuicios que causa que una empresa cierre. Además, dan 90 días para cambiarse. ¿Qué hubiera pasado si la empresa quebraba? O ya que como persona jurídica Fibertel no existe, ¿qué pasaba si de un día para el otro se “disolvía”?

Nunca vi a nadie ponerse la camiseta de una empresa como ahora. Sí, es una lectura ingenua, porque la camiseta no es de Fibertel sino de la oposición al gobierno, pero aún así, los fanatismos no llevan a ningún lado, hay que informarse y tener opinión propia, separar las cosas y no ser oposición por oposición. No atarse a Fibertel porque “el gobierno está en contra” (como con el campo, Clarín o cualquier otra cosa) y sin perder la mirada global, tratar de separar un hecho de otro y analizarlo de manera independiente.